Dispersas en una franja de 600 km de extensión, desde Santa María al sureste hasta Corvo al noroeste, las islas que componen el archipiélago de las Azores se pueden dividir, en función de su ubicación, en tres grupos geográficos: el grupo oriental, compuesto por las lslas de Santa María y San Miguel, el grupo central, compuesto por las islas de Terceira, Graciosa, San Jorge, Pico y Faial, y por el grupo occidental, compuesto por las islas de Corvo y Flores.
La ubicación del archipiélago en la zona templada del hemisferio norte, hace que su clima sea moderado durante todo el año, con una temperatura media que oscila entre los 14º en invierno y los 22º en verano. Además la influencia moderadora de la corriente del Golfo hace que la temperatura del mar sea más constante, llegando hasta los 25º en verano.
El origen de las Azores está escrito por un total de 1766 volcanes de los cuales nueve aún siguen activos. Como huella indeleble de la actividad volcánica, en el subsuelo podemos encontrar señalizadas casi 300 cavidades en forma de grutas, algares y fisuras, y en el paisaje podemos observar calderas secas, lagunas en cráteres, campos de fumarolas y fuentes termales. Por este motivo las Azores son un destino magnífico para practicar actividades como la espeleología, el trekking y el barranquismo, especialmente en los meses de primavera y verano.
Otras actividades que se pueden practicar en las Azores son la pesca deportiva, rutas a caballo, navegación deportiva, surf, saltos en parapente o rutas en bicicleta/BTT. Pero sin duda las dos actividades más demandadas por los turistas son el avistamiento de ballenas y el submarinismo.
Actualmente las Azores son uno de los mayores santuarios de ballenas del mundo. Entre especies residentes o migratorias, comunes o poco comunes, se pueden llegar a observar hasta 24 especies diferentes de cetáceos, lo que supone un tercio del total de las especies existentes, desde las majestuosas ballenas azules a los simpáticos delfines. Esta actividad se puede llevar a cabo durante todo el año ya que hay especies residentes, como los delfines mulares, con los que es posible nadar. Otras especies como los cachalotes, los rorcuales norteños, las ballenas barbadas y los delfines pintados son más frecuentes en verano, mientras que laballena azul puede verse con facilidad a finales de invierno.
Las excelentes condiciones naturales del archipiélago permiten la práctica del buceo durante casi todo el año, ofreciendo multitud de lugares para diferentes tipos de submarinismo con una visibilidad de hasta 60 metros. Zonas costeras y bajas con magníficas rutas y arcadas submarinas, restos de barcos naufragados ahora hogar de lirios, meros y serranos imperiales, aguas oceánicas profundas hábitat de las mantas gigantes, o raras y misteriosas fumarolas subacuáticas. Para los buceadores más intrépidos existe la posibilidad de practicar submarinismo con grandes especies como tiburones azules, tiburones mako, tiburones martillo, cardúmenes de atunes, barracudas, marlines y grupos de mobulas. Pero probablemente quien se lleve gran parte del protagonismo sea el majestuoso tiburón ballena, con el que tendremos la oportunidad de encontrarnos y bucear durante el verano en las aguas de la isla Santa María, la más meridional y pequeña del archipiélago, camino de su migración anual a la plataforma continental de la costa centro-oeste de Australia. Pudiendo llegar a alcanzar los 14 metros, 20 toneladas y 70 años, es el pez más grande que habita los océanos.
Las excelentes condiciones naturales del archipiélago permiten la práctica del buceo durante casi todo el año, ofreciendo multitud de lugares para diferentes tipos de submarinismo con una visibilidad de hasta 60 metros. Zonas costeras y bajas con magníficas rutas y arcadas submarinas, restos de barcos naufragados ahora hogar de lirios, meros y serranos imperiales, aguas oceánicas profundas hábitat de las mantas gigantes, o raras y misteriosas fumarolas subacuáticas. Para los buceadores más intrépidos existe la posibilidad de practicar submarinismo con grandes especies como tiburones azules, tiburones mako, tiburones martillo, cardúmenes de atunes, barracudas, marlines y grupos de mobulas. Pero probablemente quien se lleve gran parte del protagonismo sea el majestuoso tiburón ballena, con el que tendremos la oportunidad de encontrarnos y bucear durante el verano en las aguas de la isla Santa María, la más meridional y pequeña del archipiélago, camino de su migración anual a la plataforma continental de la costa centro-oeste de Australia. Pudiendo llegar a alcanzar los 14 metros, 20 toneladas y 70 años, es el pez más grande que habita los océanos.
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